Comentario
A 09 de mayo de 2013.
Hola hijos míos.
Respuesta
a esta bella y poderosa frase que un amigo cuelga en Internet:
“¡Fe!
Palabra tan pequeñita, más con un poder tan grande”.
A
lo cual yo os digo que:
Pero
no olvides que generalmente los seres humanos desviamos la fe en Dios y la
depositamos en el dinero, las posesiones materiales, las mujeres, nuestros
hijos, los santos, la fama, el poder, etc. Y entonces esa fe desviada y puesta ante
y antes que Dios en nuestros corazones, y puesta antes y ante Dios en nuestros
anhelos y ansias vanas, y, esa fe puesta antes y ante Dios en nuestras
emociones y sentimientos por las cosas mundanas, ya no es la fe verdadera que
salva la vida, si no que esas clases y gran variedad de fes, conducen a la dispersión
de la fe verdadera, y desvían nuestra conciencia de Dios, y desvían nuestra
lucidez y atención hacia Dios y guían al hombre a la muerte de su alma humana.
(Cristo
Maestro Andar).