EL CANSANCIO Y LA
FATIGA
A 07 de abril de
2020.
Hola hijos míos
(Descendientes de Adán y Eva). Espero que al recibo de la presente os
encontréis bien. Yo empiezo a sentirme cansado y agotado, físicamente y
mentalmente, y ya vuelvo a sentir molestias en mis órganos (sobre todo en mis
riñones) y una inflamación en todo mi interior orgánico. Después de que me
diesen un descanso (de tóxicos y venenos) al menos de un mes, por lo que
empezaba a encontrarme bien. Y en este mes de descanso podía conectar con mi
Dios interior, por lo que pude empezar a estar inspirado y con ganas de
trabajar. Pero ya veo que vuelven ha hacerme lo mismo que antes y vuelvo a caer
en ese vacío donde me encuentro alejado de la Semejanza de Dios, que late en lo
más profundo de mi alma. Y en este descanso que tuve, empezaba a publicar lo
que Dios me inspiraba y lo hacía público mediante mis blogs. Por lo que
sospecho que ya han empezado de nuevo a
administrarme algún tóxico o veneno. Y aunque con este cansancio y agotamiento,
no tengo ganas de nada y menos de ponerme a escribir, lo haré. Y lo haré,
porque aquí en mi habitación día y noche y como no hay nada mejor que hacer
encerrado en la habitación del hospital en que me encuentro confinado. Pues me
pongo a escribir sin las mínimas ganas para hacerlo, y para que el tiempo se me
pase inadvertido. Porque según dicen muchos científicos que llevan el reloj en
sus muñecas el tiempo no existe. Sin embargo los que afirman rotundamente que
el tiempo no existe, suelen ser prisioneros más que nadie precisamente del
tiempo y que suelen regirse por horarios matemáticos y no hacen más que por
rutina mirar continuamente la hora, y el minuto que es, en el que están
viviendo.
Bueno, yo ya os
tengo hablado de este tiempo, me refiero al tiempo horario, no del tiempo
meteorológico. Que suele ser otro de los tiempos que más nos interesan y que
cuando no sabemos qué decir o como empezar una conversación ya sea con un
desconocido como con un conocido, siempre recurrimos a la muletilla de: “Qué mal
tiempo hace hoy…”. “Qué buen tiempo primaveral…”. “Parece qué va a llover…”. “
Qué día tan soleado…” “Está un día estupendo para…”. Y etc.
Más cuando hablamos
del tiempo horario, es una cuestión aparte y muy diferente. Porque este tiempo
aunque se ve claramente afectado también por el tiempo meteorológico, no
depende de este, en el que el tiempo horario transcurra más deprisa o más lento;
como también suele ocurrir en otro tipo de variadas circunstancias y
experiencias, donde tienen mucho que ver con nuestras emociones, sentimientos, pensamientos,
deseos y pasiones. Puesto que todas estas sensaciones parecen hacer modular e
interferir y hacer oscilar el tiempo horario según las circunstancias y
experiencias que estemos viviendo en cada momento, en que algunas veces parece
que el tiempo se ralentiza eternamente y en otras ocasiones parece que pasa
rápidamente a la velocidad casi de la luz, etc. ¿Y sabéis por qué? Porque
nuestras circunstancias y experiencias, surgen de diferentes mundos de los
cuales estamos compuestos y que estos están situados en diferentes sitios de
nuestro cuerpo, como ya os tengo dicho muchas veces. Y que unos los llaman chacras,
otros centros de energía, etc. pero que yo siempre les he llamado mundos.
Mundos muy diferentes y de diferentes dimensiones, con los cuales Dios nos
creó. Y que en Génesis, Dios se refiere a ellos como Días. Porque dice nuestro
Creador que creó nuestro mundo en siete días. Y en realidad, esos siete días,
son siete Dimensiones o siete mundos dimensionales, con los cuales y de los
cuales estamos formados los descendientes de Adán y Eva, y otras especies
afines, para evitar la consanguinidad. De estos siete días, dimensiones o
mundos, tan solo tenemos despiertos, o activados por naturaleza evolutiva que
nos corresponde por, ser descendientes de Adán y Eva, tan solo cinco, y que
pueden llegar a seis o siete, que son las dimensiones que alcanzan verdaderos los
santos (no muchos de los santos católicos), profetas, y los iluminados por Dios
etc. Pero estos seres que llegan a ser muy pocos en nuestras naturalezas, no
suelen tener vidas largas. Sino cortas y muy cortas, por cuestiones sociales o
físicas en su naturaleza. Por cuestiones sociales porque siempre están, en
contra de los sistemas de poder mediáticos egoístas e irracionales, de
poderosos, ricos, políticos, religiosos, etc. Y por cuestiones físicas porque
sus cuerpos humanos no suelen aguantar la presión espiritual tan elevada
evolutivamente de sus almas, y, por eso, más que nada se dejan morir, porque no
encuentran ya en este mundo nada que les motive para desear viviendo. Y esto es
lo mismo que me está empezando a suceder a mí. Sin embargo Dios me dice que mi
misión para la cual Él me envió a este mundo todavía no ha finalizado. Y ya os
tengo dicho en muchas ocasiones de que misión, cometido, y a que trabajo me
refiero.
No así las restantes
especies de los demás seres humanos denominados ángeles caídos, que tan solo
tienen cuatro días o cinco dimensiones, despiertas, activadas, etc., dependiendo
esto de su grado evolutivo que pueden llegar a desarrollar. Y generalizando os
puedo asegurar que no pasa el tiempo horario lo mismo para los descendientes de
Adán y Eva, que para los otros seres humanos. Porque la diferencia de
dimensiones, indica también, una diferencia para la apreciación y conciencia
que se tiene del paso del tiempo transcurrido o mientras transcurre, de unas
especies humanas a otras especies humanas. Es muy diferente, el transcurrir del
tiempo de unas especies humanas de las demás especies humanas. Claro que todo
esto se puede remediar si todos nos regimos por los relojes que casi todos
solemos llevar en nuestras muñecas, móviles, ordenadores, etc. Y aquí con este
tiempo horario podemos ponernos de acuerdo todas las especies humanas, aunque
el tiempo no pase a la misma velocidad de vida, o VELOCIDAD VITAL, o
PALPITACIÓN VITAL, para todas por igual.
¿Cómo podría explicaros esto otra vez? Porque no es la primera vez que os hablo
de este tiempo, de estos asuntos. Pero que es muy sencillo de explicar si introducimos
en nuestro relato al mundo animal o vegetal, etc. Pero lo haremos con
referencia a nuestro mundo animal, por la proximidad a nuestros mundos humanos.
Bueno. Como ya os
venía diciendo el tiempo no transcurre para todos de igual forma dependiendo de
cuantos mundos, DIMENSIONES, o mundos dimensionales, con los cuales están todos
los seres creados. Y que para unos el tiempo va y transcurre a unas velocidades,
sin embargo para otros transcurre, a otras velocidades muy distintas. Y para
esto vamos a tomar el ejemplo, por ejemplo de un perro o de un gato. Si les
estudiamos biológicamente parecen tener los mismos mundos dimensionales o
centros de energía, que las especies humanas. Y en efecto los tienen, pero NO
los tienen todos activados o despiertos, iluminados, etc., como los
tienen los seres humanos. ¡PERO NO LOS TIENEN, movilizados o activados
conscientemente! ¿Pero qué ocurre
entonces para que el tiempo del reloj, no transcurra a la misma velocidad, por
igual en ellos que en nosotros? Bueno, pues que existe un tiempo que yo llamo
tiempo real, dimensional, o tiempo vital, o palpitación vital, y que es
distinto a la proporción y en la proporción, ni el mismo rimo, del grado
evolutivo de cada especie de vida. ¿Y qué significa esto? Esto significa que el
tiempo del reloj, no va, no transcurre en su tiempo vital, a la misma velocidad
para todos los seres vivientes, etc. Porque no es igual un minuto para un ser
humano, que para un perro o un gato. Y no es igual un segundo para un ser
humano que para un virus, y etc. ¿Y por qué? Porque como ya dije antes, aunque
en los casos de un perro o un gato, tengan estén formados con los mismos mundos
o dimensiones, no los tiene todos activados, es decir no los tiene todos
encendidos, sino que permanecen desactivados, permanecen dormidos, apagados
etc. Y todas sus percepciones de los mundos que les rodean son muy
diferentes, y los perciben desde distintas realidades que circulan a distintas
velocidades, que yo suelo llamar velocidad de vida, palpitación vital, o
velocidad vital. Y a cuantos más mundos dimensionales desactivados o
apagados, tenga un ser, más velocidad de vida, a más velocidad vital palpitan
sus vibraciones, o más velocidad vibran y palpitan sus sentidos cognitivos, o
sentidos despiertos, también a más velocidad vital son conscientes sus
sentidos, es por esto que suelen moverse a velocidades físicas muy superiores a
las de los seres humanos, y suelen tener más agilidad, más olfato, mas vista,
etc., esto dependiendo de lo despiertos que estén los mundos dimensionales los
cuales estén más despiertos conforme a su evolución y necesidades fisiológicas,
y necesidades naturales, etc. Y esto afecta a que cuanto a más altas
vibraciones y velocidades, tengan la velocidad vital, más rápido pasa también
su tiempo vital. Y esto se puede observar, al prestar atención en el tiempo en
que una generación sucede a otra generación en cada especie. Porque la
velocidad de vida de una mosca es muy diferente a la velocidad de vida o de
velocidad vital de un ser humano. Porque para una mosca una generación o
duración de su vida será aproximadamente de una o dos semanas, mientras que el
de un ser humano es un promedio de setenta años. Sin embargo para la mosca su
semana o quince días, significan los setenta años del ser humano. Es decir que
lo hace una mosca en su vida de esa semana o quince días, equivale a lo que
hace un humano en setenta años de su vida. Y esto significa que sus velocidades
vitales, son diferentes porque vibran en frecuencias de vida o vitales, muy
diferentes. Con esto, os estoy diciendo que la velocidad de vida de una
mosca vibra a una altísima velocidad, por lo que a nosotros nos ven y observan como
en cámara muy lenta, mientras que nosotros observamos el nivel de la velocidad
de vida de una mosca aceleradamente altísima. Y la realidad de las dimensiones
que tiene una hormiga comparada con nosotros, es muy diferente porque tiene
apagados o desactivados varios de los mundos dimensionales que tiene apagados,
desactivados, etc. Y esto afecta directamente a la correspondiente conciencia
que tenemos de nosotros mismos y del entorno. Pues esto mismo ocurre, con menos
proporción entre las diferentes especies de seres humanos. Porque estamos
divididos en varias especies de seres humanos, donde no tenemos despiertos los
diferentes mundos dimensionales ni el mismo grado de la realidad. Es por esto
que para los auténticos descendientes de Adán y Eva, la conciencia que tienen
de la realidad y su entorno, es muy diferente de la conciencia de la realidad,
que tienen los ángeles caídos. Que suelen confundir con gran facilidad el bien
con el mal, y el mal con el bien. Precisamente porque tienen suspendido,
apagado, desactivado, un mundo dimensional más que los descendientes de Adán y
Eva. Porque estos tienen una dimensión añadida mas activada, encendida. Y es
por esto que tienen una súper conciencia del bien y del mal, comparados con las
otras especies humanas.
De estas cosas que
os costará mucho comprenderlas, ya os tengo hablado y explicado, bastante. Así
que rebuscad en mis trabajos donde he tenido más paciencia para explicároslo,
de la que tengo ahora que no tengo ganas de pensar, ni de escribir, porque me
encuentro cansado y agotado.
Cristo Maestro
Andar.
NOTA: Por favor
mandar a todo medio de comunicación, colaboradores, políticos, religiosos,
fundaciones, asociaciones, ONGs., etc. Porque Jesucristo ha regresado a la
Tierra. Traducir a otros idiomas. Muchas gracias. LES recuerdo a los verdaderos descendientes de Adán y Eva, que son todos
aquellos, que tienen una super conciencia desarrollada, y por esto se sienten
diferentes y más honrados, decentes, virtuosos, y justos, etc., que los demás
seres humanos. Que tienen el deber moral y
la OBLICACIÓN MORAL, de enviar mis trabajos a todo el mundo (como más arriba
indico), para que despierten sus conciencias adormecidas por tanta maldad
acumulada en esta generación, en la que se confunde o se le llama al bien, mal,
y al mal se le llama o confunde con el bien.
Tambien quiero deciros que se me ha estropeado la batería
del móvil y no puedo seguir publicando de momento este trabajo. Ni que tuviera
más, y, dependiendo de las tecnologías actuales, no sé, si se puede estropear
un ordenador o un telefono móvil, con virus informáticos, porque en mi caso
espero que no, aunque me asaltan las sospechas. Porque todavía es un teléfono
nuevo. Bueno, que sea lo que Dios quiera. Amen.