APRIETAN DE FIRME Y VAN A POR MI VIDA
A 11 de abril de 2020.
Hola queridos hijos
(Descendientes de Adán y Eva). Espero que al recibo de la presente os
encontréis bien conforme a la fe en nuestro único y verdadero Dios. Porque
encontrarse bien conforme al único y verdadero Dios, es encontrarse bien de
verdad, aunque nos estuviésemos muriendo, de pena, de tristeza o de dolor.
Porque todas las penas, tristezas o dolores, se llevan mejor si tenemos fe en
nuestro único Creador. Porque esta fe alivia y suaviza, todos nuestros
sufrimientos. Pero todas estas cosas no podrán entenderlas todas aquellas
personas que no logran experimentar, lo que es sentir verdadera fe. Porque esta,
activa en nosotros las hormonas y sustancias químicas, que alivian y adormecen
nuestros sufrimientos, aunque no del todo. Porque cuando existen dolores y
sufrimientos, es porque hemos hecho algunas cosas mal y nuestra fe aunque
verdadera es poca, y no es suficiente para liberar en nuestro organismo, las
suficientes hormonas y sustancias químicas como para erradicar de nosotros todo
tipo de dolencia, temor, sufrimiento y dolor.
Pero no os preocupéis
si vuestra fe es poca, pero verdadera. Porque esto quiere decir que estáis en
el buen camino y seguís al verdadero buen Pastor, que os conducirá a los
mejores prados, donde paceréis y recuperareis de todos vuestros males,
acontecidos por todos nuestros errores cometidos en todas nuestras vidas.
Porque os aseguro que, tan claro como el cielo azul y la noche inmensamente
estrellada, que, tuvimos más que una vida, y tantas que fueron erradas y
pecaminosas, que no nos queda tiempo de errepentirnos del todo de nuestro
bagaje, de tantos siglos de apretado malicioso equipaje. Pero nada es imposible
para nuestro buen Creador que sabe de todos nuestros defectos, para que con
nuestra poca fe, aliviar de tantas y tantas pesadas cargas. Y os aseguro que en
nuestros últimos suspiros estará ahí, a nuestro lado, tomando nuestra mano,
para sosegarnos de todo temor a lo desconocido y conducirnos a otros mundos,
donde nos espera con una leve sonrisa de inocente de felicidad. Donde sus ojos
se cruzaran con nuestra mirada tranquila y satisfecha, por el deber cumplido lo
mejor que podíamos haberlo hecho aquí en la tierra. Así será el final de nuestras vidas. Así será el final
de los que tenemos aunque sea un poco de fe en nuestro Dios. Así será como nos
marcharemos de este mundo, cuando llegue el momento de nuestra partida de los
que tenemos poca fe. ¿Cómo será entonces la partida de los que tienen mucha más
fe en Dios? Pues en verdad os aseguro, que los honrados y justos, que en sus
vidas han acumulado poco equipaje de pecados y errores, y han permanecido casi
siempre en el camino de la verdadera fe, la despedida, la marcha de este mundo
será feliz y su alma se llenará de cantos gloriosos de los vencedores de
batallas perdidas, pero honrosas. Pero batallas hermosas, Pero batallas
gloriosas, donde el saber perder es una gran victoria. Para estos serán las
glorias y el nuevo humilde gran poder celestial.
Me siento muy regular,
porque me están apretando y ajustando los venenos y tóxicos para adelantar mí
marcha de este mundo, y como ya llevo así unos dos años, es posible que tenga
ya varios tumores de nuevo en mi organismo. Pero no tengo miedo porque acepto
que este es mi destino. El destino que Dios prefiere para mí. Y aunque tuviese
que marcharme hoy mismo de este mundo, no sentiría miedo ni temor alguno,
porque el Señor de los mundos está conmigo. Está en mí. Lo siento en mi
interior y me llena de su paz a pesar de mis molestias físicas.
Y la verdad, es que a
pesar de todo me siento bien y conforme a mi vida, que sé que habría podido ser
mejor. Y que yo en otras circunstancias habría podido ser mejor. Pero encontrarse
siempre metido en problemas y en soledad, no son circunstancias que le ayudan a
uno a llevar una vida tranquila, apaciguada ni sosegada. Tan solo mi fuerte
voluntad por vivir y sobrevivir, han logrado mantenerme en pie y a pesar de mi
poca fe, siempre ÉL ha estado ahí, para socorrerme y aliviar mis penas y
sufrimientos, y para que comprendiese que tenía que tener más fe verdadera en
mi Creador, y menos fe en mis fuerzas y voluntad propias, creadas por mi alma
anclada a esta grosera vida de inconveniencias y pesadumbres groseras, que
pesaban sobre mi alma sobrecargada de temores, y pasiones mundanas. Y así
caminaba por la vida, desviándome con mis amarguras solitarias, por caminos
alejados de lo mundano, pero también desviados de la fe verdadera. Y perdido en
mis cuentas y reflexiones, iba y venía, de un lugar a otros lugares, vagando
por mi desfallecer, sin querer darme por vencido y navegando por mis mentes
desorientadas, de amanecer, a amanecer. Y viendo como transcurrían mis días sin
pasar por ningún tiempo, sin detenerme en ningún instante, sin sentir que
estaba o iba, hacia algún sitio y que siempre me llevaba a ninguna parte.
¡Oh Señor de los
mundos! Y aquí en ninguna parte y cuando no quedaban más paisajes que recorrer
en mi alma, te encontré a Ti, y empecé a tener fe, tan solo un poco de fe, pero
lo suficiente como para reconocer mis errores mis pecados escondidos detrás de
cada árbol, de cada matorral de mi espíritu cansado de vagar por ninguna parte
interesante. Cansado de vagar por ninguna parte, de alguna parte del todo, que
me envolvía, y que tanto estaba dentro, como fuera de mí. Y que tanto estaba
arriba como abajo. Entonces comprendía que yo lo era todo y la nada a la vez. Y
que el todo y la nada, lo eran todo a la vez. Y entonces comprendía, que la
soledad solo existe en nuestras percepciones, porque nunca estamos solos. Porque
el mundo nos compone y rodea, al mismo tiempo y en el mismo momento. Y que es
nuestra conciencia quien decide sentirse sola o acompañada, en cada instante,
circunstancia o experiencia.
Cristo Maestro Andar.
NOTA: Por favor mandar a todo medio de comunicación,
colaboradores, políticos, religiosos, fundaciones, asociaciones, ONGs., etc.
Porque Jesucristo ha regresado a la Tierra. Traducir a otros idiomas. Muchas
gracias. Les recuerdo a los verdaderos
descendientes de Adán y Eva, que son todos aquellos, que tienen una super
conciencia desarrollada, y por esto se sienten diferentes y más honrados,
decentes, virtuosos, y justos, etc., que los demás seres humanos, que tienen el deber moral y la OBLICACIÓN MORAL,
de enviar mis trabajos a todo el mundo (como más arriba indico), para que
despierten sus conciencias adormecidas por tanta maldad acumulada en esta
generación, en la que se confunde o se le llama al bien, mal, y al mal se le
llama o confunde con el bien.

