Ajustando el confinamiento
A 03 de marzo de 2020.
Hola hijos míos (Descendientes de Adán y Eva). Espero que
os encontréis con fuerzas y resignación en estos días de espera ya, desesperada.
Yo estoy bien. Necesariamente bien. Aunque ayer me molesté un tanto y me
enfadé, porque esto del confinamiento para los que estamos en esta ala
hospitalaria se llegó a extremos de paranoia. Y os explicaré el por qué.
Veréis, que os diré que desde hace más o menos de una
semana, porque aquí el tiempo pasa, o lo tenemos que pasar, como unos
pasatiempos. Bueno como os decía de la más o menos semana, que, llevamos,
sin recibir la ropa que enviamos a lavar, por lo que empezaba ya ayer, a ser
escasa en nuestros armarios. Bueno pues, por si fuese esto poco, van y vienen
con una nueva ley, norma o decreto, como los que nos tienen acostumbrados los
políticos en estos días. Pues nos vienen con el nuevo decreto hospitalario, de
que no podríamos usar la ropa que nos queda en el armario y nos lo sellan con
cinta que, no sé si es americana o española, tal como si fuese una inspección
aduanera, a la cual había que respetar, ni tocar. Y que ahora andaríamos en
pijama día y noche. Menos mal que me dejé el teléfono y el portátil, fuera del
armario. Que si no, ya podéis imaginar el aburrimiento en que me podría
sumergir. Aunque como primero y último recurso me quedan la radio y mi
imaginación ensoñadora, que siempre me ha sacado y evadido, de situaciones y
experiencias de confinaciones prisioneras, ya fuese en tierra firme (aunque
ahora de tierra firme nada de nada, porque se tambalea bajo nuestros decretos y
leyes, más que estando con un buen mar de fondo), como en altamar. Porque
siempre desde niño aunque tuviese una conciencia ya muy despierta, y muy atenta
a sobre todo lo que me rodeaba. Tan atenta que mis sentidos extraordinarios
eran capaces de atravesar las neuronas ajenas y saber lo que sentían los demás
seres humanos y etc. Os puedo asegurar que esto, no era una gran ventaja como
pueden imaginar algunos, si no, una gran desgracia, porque no se me podía
engañar con cuentos, fabulas, ficciones, patrañas, mentiras, escondidos deseos o pasiones, etc.
Bueno, pero esto de sellarnos las puertas del armario y no
devolvernos la ropa lavada, era como la gota que colma el barril, porque es como
llegar desde un poco más lejos al más allá, de no saber cuánto va a durar
esta situación, y, si todavía a la situación actual, le seguirán otras
paranoias de confinamiento que sumar ya a nuestro encarcelamiento real. Por lo
que os decía que me enfadé con el personal de tal manera, que les dije con
mucha educación. Pero educación enfadada. Que yo prefería coger de una vez el
coronavirus, y morir o vivir, a seguir llevando esta vida de muerto viviente.
Pero pronto quise olvidarme de todo esto, porque, yo sabía y lo sentía, como mi
enfado estaba produciendo unos humores y flujos, de energías interiores que me
hacían daño. El daño que se iba hacia mis órganos. Y lo notaba conscientemente,
como esa energía negativa me iba rellenando, como cuando se llena un globo de
aire sucio y mal oliente. Así mismo es como siento en mí, que en todas las
circunstancias y experiencias, que estas energías que se han hecho conscientes
en mi ser, haciéndome reflexionar y pensar en estos momentos, en este ahora, para
poder cambiar y tratar de restablecer, un poco de armonía y paz interior, que
no es nada fácil de hacer y de llevar, en la práctica diaria de nuestras tan
comunes y habituales, vidas. Pero voy caminando en este aspecto muy lentamente,
poco a poco, paso a paso, por mi interior para lograr sentirme bien conmigo
mismo, y con los demás. ¡Y no creáis que sentirse bien con uno mismo es más
fácil que sentirse bien con los demás! ¡Porque no es así, y os equivocaríais de
cabo a rabo de vuestra conciencia! ¡Porque si pensáis que es fácil llevarse
bien con uno mismo estáis muy equivocados! ¡Es tremendamente y
extraordinariamente, difícil! Porque como os tengo dicho ya en muchas
ocasiones, nuestra personalidad interior no es solamente una. Es decir que, NO
somos solo una inteligencia. Y NO somos solo una personalidad interior, sino
que somos una gran suma de seres, y por tanto, de conciencias y personalidades
inteligentes, las que luchan constantemente con hacerse con el mando de esta extraordinaria
nave corporal dimensional, formada por todo nuestro cuerpo, órganos y mentes.
Pero como de esto ya os tengo hablado y expuesto mucho, no voy a entrar en
nuevos detalles y explicaciones repetitivas. Para ello si os queda algo de
interés por estos y otros temas, los buscáis, rebuscáis e indagáis, en mis
blogs. Que aquí hay respuestas más que suficientes para este y otros temas. Y
es por esto que muchas veces, os digo e insisto en que, guardéis mis trabajos
en vuestros ordenadores y demás aparatos tecnológicos, o en hoja, para que no
se pierdan tantos y tantos conocimientos inspirados por Dios y que son
propiedad de toda la humanidad. Y que en caso de que pirateen mis blogs, no
los desfiguren, cambien, varíen, difamen, no los desprestigien, y no los
deshonren, etc., como ya han hecho con parte de las Sagradas Escrituras, etc.
Es por esto que os decía que, es tan difícil llevarse bien
con uno mismo, y tan difícil, que llevamos todas nuestras vidas luchando entre
y dentro, de nosotros mismos, y con nosotros mismos, que la mayoría de las
veces perdemos nuestras batallas interiores con los que son más fuertes e
insistentes, sobre nuestros instintos iracionales de nuestros cuerpos y órganos,
donde residen varios mundos dimensionales, con toda clase de individuos
genéticamente unidos y reunidos, y con sus mentes, y con sus respectivas
neuronas, para hacerse con el mando y el control, de nuestros instintos,
emociones, sentimientos, pensamientos, deseos, pasiones y comportamientos. Y esto es así. Y por esto es tan difícil de
llevarse bien uno consigo mismo. ¡Precisamente porque, no solo somos uno! Pero
para que esto se descubra por nuestros científicos y estudiosos, de estos
temas, pasaran muchos años, muchas décadas, etc. Porque algún día tendremos
verdadero conocimiento de estas cosas, con futuras máquinas dimensionales que
llegaremos a controlar y a manejar, y donde tendremos la ocasión de viajar con
nuestras conciencias dentro de nuestros propios e interiores mundos. Y, dispondremos
también de aparatos y maquinas dimensionales, para viajar también a otros
mundos dimensionales fuera de nuestros universos, etc. Pero estas cosas quedan
para más adelante, para cuando nuestra semejanza con la semejanza de Dios, se
vaya desarrollando conforme a los planes de nuestro Creador. Mientras tanto,
tenemos más que suficiente, el poder luchar y avanzar a duras penas con nosotros
mismos y con los demás semejantes de la Tierra. ¡Que ya es mucho! ¡Que ya es
demasiado debido a nuestra baja estimulada evolución espiritual, que corre,
discurre y fluye, por amplios caminos por donde se despliegan, discurren, y
expanden a sus anchas, nuestros instintos básicos, y que tantas batallas y
guerras, nos dan, y en la cuales
fracasamos constantemente!
¡Qué difícil son estas batallas y guerras interiores! Pues conscientemente
o inconscientemente las perdemos y en ellas nos extraviamos, nos descarriamos y
nos desorientamos, y en vez de ir al norte vamos al sur, y en vez de ir al sur
vamos al norte en nuestras vidas. En donde nos perdemos y en vez de ir al Este
vamos al Oeste, y viceversa. Más lo más
importante de todo esto no son que perdamos todas las batallas y guerras
interiores, sino que es, que poco a poco, tengamos conciencia de que estas
batallas existen, y que están en todo momento guerreando, batallando,
combatiendo, y luchando sin descanso, hasta en nuestros sueños cuando estamos durmiendo.
¿Cuántas veces nos despertamos por la mañana y al recordar algunos de nuestros
sueños nos sentimos cansados como de venir de guerrear? ¿Cuántas veces al
despertarnos por las mañanas con las sensaciones de que hemos perdido unas
batallas que no entendemos y de tener la sensación de encontrarnos malamente
con nosotros mismos, y sin saber el por qué? ¡Pues ahora ya lo podéis suponer!
Porque en nuestros sueños se repasan las experiencias y circunstancias de lo
vivido en días y día anterior, y casi siempre nos sentimos perdedores y con la
sensación de que las cosas podrán haber salido mejor. Y que nuestras vivencias
podrían ser mucho más conformes y satisfactorias, y beneficiosas, conforme a
quien podríamos ser y a quien podríamos llegar ser y a, sentirnos, si nuestras
circunstancias y experiencias, las pudiésemos dominar y doblegar, sobre y con nuestra
consciencia más elevada y sutil, que a veces, muy pocas veces, intuimos como un
ser interior que vive en nosotros, dentro de nuestra verdadera salud física y
espiritual.
Más ya os tengo dicho
que, es muchísimo más fácil ganar las batallas y guerras, interiores, si las
sacamos fuera de nosotros mismos. Porque lo que está dentro de nosotros mismos,
permanece invisible e inaudible, para nuestros conscientes sentidos. Mientras
que si sacamos nuestras perdidas batallas y guerras al exterior y las vemos
reflejadas, en y con nuestros semejantes, nos es mucho más fácil detectar con
nuestros ojos, oídos y demás sentidos, nuestros defectos, vicios, lacras,
faltas, pecados, etc., porque los podemos apreciar mejor y físicamente, y
porque se encuentran frente a frente con nosotros, y con todo nuestro bagaje y
equipaje, emocional, etc., interior. Y si tenemos estas cosas reflejadas en
nuestras realidades exteriores podemos estudiarlas y sentirlas, para mucho más
fácilmente, cambiarlas, modificarlas y darles nuevos rumbos y tomar diferentes
caminos existenciales, a los que nuestras experiencias y circunstancias, nos
enfrentan constantemente y diariamente. Y queridos hijos. Para esto sirven las
Leyes de Dios, que ponen delante de todos nuestros sentidos y conocimientos,
todas nuestras carencias y faltas, para poder corregirlas, y, al hacerlo, lo
hacemos también por reflejo espiritual dentro de nosotros, que es donde se
experimenta en realidad nuestros más grandes cambios.
Más hijos míos, no os
preocupéis por estos temas, porque yo os traigo las soluciones a todos estos
problemas de vida consciente e inconsciente, donde se desarrollan todos
nuestros sentidos racionales e irracionales, con todas nuestras emociones,
etc., racionales e irracionales, en donde están incluidas en las nuevas bases
del reino de Dios o Paraíso. A donde os devolveré, y que os traigo en nombre de
nuestro Creador, así tal, como ya está Escrito en las Sagradas Escrituras, y en
las Promesas que nuestro gran Señor de todos los mundos interiores y
exteriores, nos ofreció, para someternos voluntariamente a sus Leyes y
Consejos, para procurar una vida en paz y placentera, en segundo lugar, con
nosotros mismos, y en primer lugar, con nuestros semejantes. Donde formaremos
un mundo radiante de energías que se cuidan, quieren y aman, de verdad y en
verdad. Y en donde la verdadera Justicia que reina en todos los mundos más
perfectos que el nuestro, será también nuestra bandera, nuestro emblema,
nuestra insignia, escudo, símbolo y protección, que blandiremos con un sano
y satisfactorio orgullo, y una sana y satisfactoria arrogancia y una sana y
satisfactoria soberbia, que nos conducirán, para saber perder batallas.
¡Grandes batallas! Pero también nos conducirán a ganar guerras. ¡Grandes
guerras! Sobre todo, contra nosotros mismos y con todo lo que nos espera en
nuestros infinitos mundos y en nuestras infinitas vidas.
Cristo Maestro Andar.
NOTA: Por favor mandar a todo medio de comunicación,
colaboradores, políticos, religiosos, ONGs., etc. Porque Jesucristo ha
regresado a la Tierra. Traducir a otros idiomas. Muchas gracias en nombre de
nuestro Creador.