LOS
AMAÑA MUÑECOS Y DEMÁS PARÁSITOS.
A 28
de febrero de 2016.
¡Voy
a contaros un cuento! ¡No! ¡Mejor voy a contaros una película! ¡No! ¡Mucho
mejor sería contaros una obra de teatro! ¡No! ¡Y! ¿Acaso, quizás o tal vez, sería
mucho mejor todavía, contaros una fábula o una extraordinaria utopía política,
social, económica o religiosa? ¿Porque, acaso, tal vez y quizás, los
Mandamientos de la Ley de Dios, no sean todo esto? ¿Acaso los Diez Mandamientos
de la Ley de Dios, no son y representan una utopía política de igualdad, una utopía
social de igualdad, una utopía económica de igualdad, una utopía religiosa de
igualdad, etc.? ¡Sí, lo son! ¡Porque Dios en sus Diez Mandamientos, le está
llamando amor, a la igualdad política, a la igualdad social, a la igualdad
económica, y a la igualdad religiosa, y a la igualdad moral, y a la igualdad
ética, etc.! ¿Pero entonces a quien le interesa marear la perdiz, para que
todos estemos constantemente mareados y sin saber lo que realmente Dios quiere
de nosotros? ¡Pues a los parásitos religiosos, a los parásitos sociales, a los
parásitos militares (altos mandos), a los parásitos medios y altos funcionarios
(políticos etc.), que no permiten que se entienda que lo que Dios llama amor,
sea y es realmente, la verdadera igualdad entre los seres humanos! ¡Pero, esta
igualdad no es una igualdad utópica, sino que Dios se está refiriendo a una
igualdad práctica, una igualdad física sobre el terreno. ¡Esta igualdad aunque nos
la revistan de un manto espiritual y místico, no es simplemente sino, el amor
práctico y verdadero, que tiene que manifestarse físicamente y en la práctica,
en nuestros hogares, en la calle, y en la política social, económica y
religiosa!
¿Pero
entonces por qué, si tantos estudios tienen nuestros políticos, nuestros
religiosos, nuestros ricos y poderosos, no entienden lo que Dios llama AMOR?
¡Bueno, esto sería como preguntarle a nuestros parásitos intestinales! ¿Por qué
seguís en nuestras tripas? ¡Los parásitos están en nuestras tripas, porque ahí
se encuentran más calentitos, y más gordos, y no tienen que esforzarse para
alimentarse, tan solo tienen que permanecer siempre en nuestras tripas, y harán
todo lo que le es posible, para no abandonar sus puestos, sus lugares, donde
por generaciones viven y tienen pensado vivir eternamente, etc.! ¡Y los ricos,
los poderosos de turno, las altas jerarquías militares, religiosas, económicas
y sociales, nos ponen a los humildes y ciudadanos de la Tierra, el palo con la
zanahoria, para que sigamos detrás de nuestros políticos, religiosos de turno, artistas,
músicos, etc., etc., etc.,! ¡Esto es así de claro y sencillo! ¡Y parece muy
claro que, nosotros por muchos títulos que tengamos, somos los borregos que
perseguimos las zanahorias de todas las utopías, que nos ponen delante nuestras
altas jerarquías religiosas, militares, políticas, económicas, sociales, etc.!
¡Pues como somos morbosamente sádicos, a seguir persiguiendo zanahorias! ¡Que
es lo nuestro! ¡Amén!
Cristo
Maestro Andar.
NOTA:
¡Que no os enteráis! ¡Que el verdadero amor, no es ponerle el culo a nadie, ni
abrirse de piernas, no perseguir zanahorias utópicas, etc.! ¡Qué DIOS NO ES
TONTO, NI IGNORANTE, sino que nosotros somos los tontos y los ignorantes, por
muchos títulos, doctorados, etc., que tengamos! ¡Y, pensar que los ateos se
creen más listos que los religiosos, vaya estupidez! ¡Y pensar, que los
religiosos se creen mejores y más santos, que los demás, vaya estupidez,
porque, creer y serle fiel a Dios, no es eso, sino tratar al menos, poner en
práctica sus Diez mandamientos de la Ley universales!¡Por esto es que
persiguieron y trataron de matar a los Profetas, Enviados y Mensajeros de Dios!
¡Por esto es, que mandaron matar y mataron a Jesucristo! ¡Y, por esto es, que a
mí me están haciendo lo que están haciendo! ¡Y por esto es, que fueron llamados
a EE.UU (Imperio anglosajón y Bestia apocalíptica surgida del mar, cuando se
descubrió América), los del grupo político español “Podemos”, para dejarles
bien claro a quien debían someterse y obedecer, si querían seguir progresando
en la política, amén!