LOS VERDADEROS CIEGOS Y SORDOS.
A 12 de marzo de 2014.
Y
respondiendo a:
Apocalipsis 12:1 "Y UNA grande
señal apareció en el cielo: una mujer vestida del sol, y la luna debajo de sus
pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas."
Pienso
que la mujer vestida de sol, representa a España, con su gran idolatría hacia
la virgen y toda clase de vírgenes, y porque a España también se la conoce como
la tierra del Sol. Y la luna bajo sus pies, significan los países árabes (o el
Islam) al sur de la Península Ibérica. Y la corana de doce estrellas sería
Europa, que está por arriba hacia el norte, y, aunque España también es Europa,
no pertenecía a la Unión Europea, ni antes ni después de mí nacimiento. Porque
Cristo es español. Porque según Dios, yo soy el Cristo esperado. Y no me
importa que no me reconozcáis, porque tengo el reconocimiento de Dios mismo.
¿Creéis que me importa vuestro reconocimiento, teniendo el reconocimiento de
Dios? Pero no os preocupéis por estas cosas, porque no espero el reconocimiento
de ningún entendido religioso, ni estudioso de las Sagradas Escrituras. Porque en
todo tiempo fueron estos, los más ciegos y sordos, a la hora de ver, de oír o
de saber, o, reconocer a los Profetas y Mensajeros de Dios, y más bien fueron
estos los que los repudiaron, despreciaron, persiguieron y mataron.
¿Estáis
vosotros siendo perseguidos por alguien? ¿Qué raro verdad, que nadie os
persiga, ni quiera eliminar, etc.? No ocurre lo mismo conmigo, ya que desde
hace más de treinta años que se me observa y vigila, y desde hace algo más
de quince años se intenta acabar con mi vida. Porque los ángeles caídos
intuyen, saben, y temen que sea realmente el Cristo esperado. No como muchos
que se dicen o se llaman los escogidos de Dios, etc., como vosotros por
ejemplo, que se creen entendidos en todo lo referente a las Sagradas Escrituras
y, que parece estar oculto, para la mayoría de los seres humanos, pero que
son ciegos cuando un profeta o mensajero divino está presente, porque no son
capaces de verlo con sus ojos, ni aceptarlo con sus oídos, ni reconocerlo con
su conciencia, sino que con sus sentidos mundanos lo desprecian, repudian,
etc. ¡Pero esto NO ocurre así con los demonios dominantes de este
mundo! ¡Porque esto NO ocurre así, con vuestros más altos jefes y jefes de
vuestras religiones, doctrinas, filosofías, etc., que NO ignoran lo básico, lo
principal, quien soy y a lo que vengo! Porque de verdad os digo que los
verdaderos ciegos y sordos, son los que empapados de tanto estudio de las Sagradas
Escrituras, de tal manera que su orgullo, vanidad e importancia, les impide
tener un corazón limpio, sano y humilde, que no puede aceptar que su dios
imaginario no sea superior a ellos en orgullo, vanidad e importancia mundana. ¡Y
Dios no es así! Pues parte de la verdadera personalidad divina se ve reflejada
en la personalidad de Jesucristo. Pero Jesucristo en su tiempo les parecía a
los mandamases religiosos y políticos de entonces, muy poca cosa, como para
seguirlo o seguir su ejemplo, y mucho menos obedecerlo, y todavía muchísimo menos
aceptar lo que decía de parte de Dios, y, sin embargo lo que Jesucristo decía les
parecía una ofensa, un insulto, una locura, una blasfemia, etc. ¡Les parecía una verdadera revolución
espiritual! ¡Porque era una verdadera revolución espiritual para dominar y
vencer al mal, y someterlo a la Voluntad de Dios! ¡Por eso lo que Jesucristo
les decía, aconsejaba, y les mandaba de parte de Dios, les parecía más
peligroso, que todos los rebeldes que pudiesen tomar las armas, y, resultaba
mucho más peligroso, que todas las naciones del mundo aunque se volviesen sus
enemigas! ¿Y sabéis por qué? ¡Porque las demás naciones tan solo pueden
cambiar de nombre a su manera de vivir! ¡Porque las demás naciones tan solo
podían cambiar de nombre a sus religiones! ¡Porque las demás naciones tan solo
podían cambiar de nombre a su dinero! ¡Porque las demás naciones tan solo podían
cambiar de nombre a las cosas mundanas! ¡Porque las demás naciones tan solo
podían cambiar de nombre a sus emociones, sentimientos, pensamientos, pasiones
y deseos: egoístas, vanidosos, sociales, económicos, a su orgullo, a su
arrogancia, a su importancia social, etc.! ¡Sí! ¡Tan solo les cambiaban el
nombre, pero todo seguía igual, tan igual que Dios permanecía lejos de su
corazón y de su vida! ¡Cambiaban de nombre a las cosas, y cambiaban nacionalidad,
de modas o forma de vivir, etc., pero seguían viviendo como siempre y lejos de
cumplir con la verdadera Voluntad de Dios!
¡Sí!
¡Preferían ser vencidos y dominados por todos los enemigos y naciones del
mundo, con tal de seguir alimentando sus emociones, sentimientos, pensamientos,
pasiones y deseos mundanos! ¡Por eso los demonios, los verdaderos demonios de
este mundo, no temen a los rebeldes, a los guerrilleros, o a las naciones enemigas,
que fingen, simulan y aparentan ser los verdaderos representantes de Dios en la
Tierra, porque saben que estos, sean vencidos o no, nada cambiaría, y todo seguiría
igual, como así viene sucediendo a través de los milenios y a través de la
historia! ¿Sabéis a quién realmente temen? ¡Los verdaderos representantes del
Diablo, temen a aquellos que no pueden ser muertos con las armas, porque su
verdadera vida es eterna, y porque ya están Escritos en el Libro de la Vida,
aún antes de haber nacido en este mundo! ¡Pero a vosotros no os temen, porque
saben que no representáis a Dios, sino a vuestras vanidosas farsas religiosas y
doctrinales, y en cuanto os maten, se acaba todo cuanto falsamente representabais,
nada más, y, que todo con vosotros o sin vosotros, nada cambia ni cambiaría jamás!
¿A quién pretendéis engañar?
Si supieseis
tanto como aparentáis, también sabríais qué, para esta época de mí venida, de
la venida de Cristo, no solo vengo yo, sino también el
llamado Mesías o Príncipe, que esperan los musulmanes y algunos de los israelíes,
que les gobernará según está Escrito y, que seguirá gobernándolos también después
de que yo me vaya de este mundo. Este Mesías y Príncipe, ya ha nacido en el
Este. Pero estos asuntos a vosotros no os
interesan, porque raros son los que de entre vosotros, son de los que verdaderamente
pertenecen a Dios y a su futuro pueblo.
Cristo
Maestro Andar.
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