¿QUIÉN ES DIOS?
(2ª. PARTE)
A 01 de mayo de
2015.
El rico, el empresario, el emprendedor, los accionistas,
etc., el jefe, el encargado, el rey, la reina, los príncipes, etc., el político,
el sindicalista, el presidente, los ministros, el alcalde, el concejal, etc.,
el juez, el fiscal, el abogado, etc., ¡todos, absolutamente todos viven sus
vidas junto con sus súbditos, votantes, empleados, etc., bajo supuestas democracias de derecha! ¡Y, esto
es el capitalismo! ¡Y, a esto se le llama democracia, y nada más lejos de ser
cierto, y, nada más lejos de la verdad! ¡Y, a esto se le llama la derecha
política, y, nada más lejos de la verdad, sino que, es una mentira más! ¡Si no
que, esto es, otra hipocresía más, con la que nos acostumbran a vivir en un
mundo de mentiras! ¡¡Si no que estas cosas, tan solo son comodines y ases, que
se usan para ganar todas las partidas! ¡Las partidas de la vida! ¡Sí! ¡Esas
partidas donde nos jugamos la verdadera libertad! ¡Las partidas mentales que
conforman los cimientos, las columnas, y las paredes de nuestro mundo, y donde
nos jugamos la vida! Pero, a toda esta estructura le falta el techo, por donde
sobre nuestras cabezas cae el frío del duro invierno angustioso, y, por donde
llueve sobre nuestros lechos contaminados y vacios de leche sutil, y de camas de
donde rehúye y escapa espantada la pureza. Y, por falta de techo, nieva sobre
nuestras mesas de la soledad y tristeza interiores. ¡Esos comodines y ases, que
los tramposos antes nombrados, se sacan de las mangas mientras los humildes de
la Tierra se humillan ante sus sucias y maliciosas trampas que tan solo les
beneficia a ellos y a los suyos! Porque en verdad os digo que, tan claro como el
cielo azul y la noche estrellada, que tanto las derechas e izquierdas de este
mundo, todas son en realidad, verdaderas izquierdas!
¿Pero, por qué os digo que estas cosas no son la derecha? i Porque todo en
este mundo, si no que, como casi todo en este mundo, todo está al revés, como
cuando nos vemos enfrente a un espejo! Y es por esta
sencilla razón, que estamos viviendo una complicada locura social donde se nos
domestica y se nos amansa, para que seamos socialmente manejables, al igual que
se amansan las bestias del campo. ¿Pero, por qué, os digo que en realidad la
derecha o izquierda política, son la
verdadera izquierda? ¿O, es que tal vez Dios está errado y quizás se equivoca?
¡Acaso, tal vez, los ateos, ricos, empresarios, políticos y mayoría de
religiosos, se alegren al oír esto, y piensen que, así es en efecto, Dios está
errado, y, se estén frotando las manos mientras flotan perdidos entre sus nubes
de placeres egoístas! Sin embargo, y con deudas, préstamos y
créditos, yo os aseguro que, tan claro como que, mi vista cansada se obscurece
y se nubla con el tiempo, que, no es Dios quién está errado, ni
equivocado, aunque en su larga e infinita eternidad, haya tenido tiempo para
todo, por eso es que Dios es tan sabio, y ya no se equivoca ahora. Si no que
más bien que somos nosotros que nos pasamos de listos, y nos pasamos de
inteligentes, y nos pasamos de espabiladillos, y pasamos a toda prisa y con tanta
cara de velocidad, que dejamos atrás la sabiduría sin siquiera poderla ver, sin
siquiera haber tenido el suficiente conocimiento y conciencia, como para
reconocerla. Pues al ponernos la careta de la velocidad, tan solo nos miramos a
nosotros mismos, para ver lo chulo que nos queda esta cara de alta velocidad. Y
para ver nuestra supuesta cara admirable y de aventurero libre e invencible,
donde ondea al viento, nuestros más heroicos imaginarios ideales, sin saber en
nuestras ignorancias, que Dios en su infinita paciencia nos dice: ¡Que
listos más tontos, y que tontos más listos! ¡Y que tontas malicias de conveniencia! Y, yo
como lo oigo, me digo, ¡es verdad! Y, trato de no hacer más el tonto, aunque no
lo consiga. Pero vosotros como no lo oís, también seguís haciendo el tonto.
Pero la diferencia entre vosotros y yo, es que yo sé cuando hago el tonto o el imbécil,
y vosotros generalmente no lo sabéis. Es por estas pequeñas o inmensas cosas
del alma, de la mente y el corazón, que yo sé, que vuestra derecha, es en realidad
la izquierda, ¡la verdadera izquierda! ¿Pero, por qué, os digo y afirmo rotundamente
que esto es así? ¡Pues muy sencillamente porque, vuestra derecha procede de la
parte emocional irracional y procede de la parte sentimental irracional!
¡Porque, la verdadera derecha es equilibrio, firmeza, seriedad, formalidad,
respeto, justicia, bondad, comprensión, igualdad, libertad, compañerismo, la
honradez. O sea que, la verdadera derecha es todo esto, ¡pero en la práctica! O
sea que, la verdadera derecha es amor. ¡Pero verdadero amor! ¡Porque la
verdadera derecha es amor al prójimo, es amor a nuestros semejantes! ¡Porque la
verdadera derecha es: “ Ama a Dios con toda tu mente, con todo tu corazón y con
toda tu alma, y, ama a tu prójimo como a ti mismo” Y, ¿puede un rico, un rey o
reina de este mundo, un empresario, un jefe, etc., amar a sus súbditos,
empleados, etc., como así mismos? ¡No, no pueden, porque les resulta imposible,
según sus emociones y sentimientos irracionales de verdadera izquierda! Y,
Dios al darnos la libertad o libre albedrío, nos está diciendo cual es la
verdadera derecha. Y, Dios al darnos unas leyes universales (Diez
Mandamientos), nos está diciendo cual es la verdadera justicia de la derecha.
¡Justicia que es verdaderamente igual para todos! ¡No vuestra justicia de
verdadera izquierda, que manipuláis según los intereses de vuestras emociones,
sentimientos, deseos y necesidades, irracionales y egoístas!
¡Pero no os creáis que los que se dicen de izquierdas en este mundo, son
en realidad de verdadera derecha, ¡porque no lo son! ¡Porque en
realidad tanto vuestras derechas e izquierdas, están manipuladas por las mismas
emociones, sentimientos, deseos y necesidades, irracionales y egoístas! ¡Es
por esto mismo que, gobiernen los de derechas o izquierdas, todos obtienen los
mismos resultados en la puesta en práctica de vuestras promesas políticas, sindicales,
sociales, económicas, religiosas, etc.! ¿Todavía no distinguís la
verdadera derecha e izquierda, de vuestras derechas e izquierdas? ¡Bueno,
pues aquí lo dejo, porque se me acabó la cuerda, porque perdí el hilo!
¿Pero, por qué, también os digo que todas estas cosas, profesiones, o
personajes, no son democracia, ni
representan a las democracias, sino que representan todo lo contrario? ¡Porque nos
sacan siempre de sus mangas los comodines y los ases de las trampas y mentiras,
conque imparten sus leyes donde la justicia es igual para todos escrita en sus
papeles, constituciones, derechos de
estado, derechos humanos, etc., pero que en la realidad que masticamos los humildes
de la Tierra, la verdadera realidad, nos sabe a crudo amargo y a mar sin agua,
y nos huele a océano seco! ¿Tal vez acaso, un rey o reina, político,
sindicalista, juez, etc., de este mundo cumplan democráticamente con lo que
mandan sus leyes, sus constituciones, etc.? ¡No! ¡No cumplen! ¡Tan solo, acaso
tal vez, las cumplan en sus teóricas mentiras e hipócritas fantasías mentales!
¡Esto es lo cierto, y esto, es la verdad! ¡Y por esto no son democráticos!
¿Pero por qué, os digo que en verdad, el rico, el empresario, el emprendedor, los
accionistas, etc., el jefe, el encargado, el rey, la reina, los príncipes, etc.,
el político, el sindicalista, el presidente, los ministros, el alcalde, el
concejal, etc., el juez, el fiscal, el abogado, etc., con todos sus súbditos,
seguidores y votantes, son todos antidemocráticos? ¿Todavía no lo adivináis, o
vislumbráis, o acertáis a ver con vuestros ojos titulados, y con vuestros ojos
académicos o vuestros ojos universitarios, o vuestros ojos doctorados, o
vuestros ojos de altas clases teológicas?
Bueno, quizás acaso, yo con mis pobres ojos tontos y cansados, y cegados por
tanta luz que irradiáis todos vosotros, pueda llegar a imaginarme, porque todos
sois antidemocráticos. ¿Tal vez sea, porque todos, absolutamente todos, sois
pequeños o grandes dictadores, etc.? ¿Acaso, tal vez y quizás, emocionalmente y
sentimentalmente, no os sentís egoístamente pequeños o grandes dictadores? ¿Por
qué, sino un rey o reina, un rico, un empresario, un emprendedor, un jefe, un político,
un sindicalista, un juez, un fiscal, un abogado, un maestro, un conductor de autobús,
etc., de este mundo se siente superior a sus súbditos, votantes, ciudadanos, aprendices,
alumnos, etc., y disfruta de unos abusivos poderes mentales, físicos, y
privilegios sociales que se hacen notar, y de los que hay que apartarse porque
si no te apartan, y, disfrutan de injustos atributos o tributos, políticos, sociales,
económicos, etc.? ¿Por qué, un rico, un
empresario, emprendedor, accionista, jefe, encargado, capataz, etc., se siente
superior a sus empleados, asalariados, compañeros, etc., y disfrutan de unas
ganancias que no son democráticas en sus empresas, negocios, empleos del
estado, religiones, etc.? ¡Porque todos, absolutamente todos, están gobernados
por unas emociones, sentimientos, deseos y necesidades, que no son
democráticas, sino que son, emociones, sentimientos, deseos y necesidades, de
pequeños o grandes dictadores! ¿Todavía no lo veis ni con gafas de Sol? ¡Bueno,
si no lo veis ni con gafas de Sol, será porque estos pequeños o grandes
dictadores, no se diferencian en sus emociones, sentimientos, pensamientos,
deseos y necesidades, de todos los demás! ¿O, tal vez sea porque os deslumbran
con su luz? ¡Bueno, pues aquí lo dejo, porque se me acabó la cuerda, pero
comencé con el hilo y la aguja!
¿Todavía no sabéis quien es Dios? ¿En todo cuanto os llevo
dicho, no veis a Dios, no oís a Dios, no sentís a Dios? Sin embargo, Dios no
nos deslumbra con la sencillez con que se dirige a nosotros con sus sabios
Consejos, con sus sabias Orientaciones, con su sabia Guía, y con la justicia de
sus Mandatos, que son Leyes universales, para que reine el orden y la armonía,
para que la vida se eternice y jamás sea extinguida. ¡Leyes y Mandatos, a los
que Él mismo se somete y cumple! ¿Acaso pensáis que Dios es también un
dictador? ¡No! ¡No lo es! Si lo fuese, no nos daría el libre albedrío, la
verdadera libertad, para que escogiéramos nuestro destino, y para que escogiéramos
entre el bien y el mal. Si Dios es, lo que los ateos dicen, y lo que los ricos,
empresarios y religiosos, etc., piensan,
nos sometería al igual que nuestros democráticos dictadores a sus caprichos
injustos y por debajo de sus egoístas emociones, sentimientos, pensamientos,
deseos y necesidades. Sin embargo, Dios no es egoísta, y, ese
no es el ejemplo que de Dios, nos dan y dejan, sus Mensajeros y Profetas en
este mundo, como la historia nos ha demostrado. ¿Todavía no sabéis
quien es Dios? ¡Pues observando sus Mensajes, Orientaciones y Mandatos, es
fácil deducir que Dios es la libertad, la justicia, la paz, el verdadero amor,
y es, quién nos guía hacia la felicidad de una vida sana y placentera! ¿Pero
por qué Dios iba a tener esos intereses de ideales tan perfectos, tan buenos y
sanos, para con nosotros? ¿Qué gana Dios con todo esto? Claro que estas y
muchas más preguntas que se os puedan ocurrir, tienen una sencilla, humilde y
clara contestación: Dios tiene estos elevados, sutiles y puros ideales para con
nosotros, porque Dios es la Vida. Y nuestras supuestas vidas físicas, mentales,
espirituales, forman parte de la Vida de Dios y le pertenecen, como a nosotros
pertenece un cabello, una uña, etc., de nuestro cuerpo, los cuales tenemos que
tener convenientemente aseados, podados y saneados, para que no se nos infecten
y causen heridas, molestias, enfermedades, etc. ¿Acaso cuando estamos cortando
nuestras uñas y nuestros cabellos, estamos asesinando o matando, o más bien nos
estamos aseando y saneando, y, evitando graves inconvenientes y daños en el
futuro? ¿Comprendéis ahora porque Dios no es injusto, ni un asesino, cuando
sanea la vida, toda vida que le pertenece y forma parte de su Ser infinito? ¿Qué
os hace pensar que vuestras vidas os pertenecen y son vuestras? ¿Dónde las
habéis comprado, alquilado, etc., entonces por qué ejercéis el injusto egoísta
dominio sobre las vidas de los demás seres humanos, si ni tan siquiera tenéis
el dominio sobre vuestras vidas? ¿Vosotros que aparentáis ser tan serios con
las cosas de comer, y tan legales y formales, y, que parece que todo lo tenéis
bien atado y controlado, donde están los documentos de compraventa, o al menos
los recibos mensuales de alquiler, que asegura que vuestras vidas son vuestras
y os pertenecen, o tenéis derecho a hacer lo que os venga en gana con ella? ¡Y,
sin embargo, a vuestro pesar, la vida, toda vida, tiene dueño! ¡Todo lo demás, todo
lo que penséis, que imaginéis, amañéis, manipuléis, mintáis, robéis, matéis, os
apropiéis, etc., son una creación mental, sicológica, física, social, económica
y religiosa, de conveniencias maliciosamente egoístas de seres ignorantemente
irracionales y atrasados, pero que, gracias a las discriminaciones sociales de jerarquías
de manadas de animales, y, a los títulos y doctorados, que unos se dispensan a
los otros, se creen los más listos del universo.
¿Pero por qué piensan los injustos que Dios es injusto, o
malo, o caprichoso, o castigador, o asesino?
¿Acaso aquí en la Tierra, cuando cumplís con vuestras
injustas y egoístas leyes, llamáis asesinos a los encargados de ejecutar vuestras
leyes del estado, con los condenados a muerte, etc., por incumplir vuestras
leyes injustas? ¿Entonces por qué llamáis asesino o injusto a Dios, por hacer
cumplir o ejecutar las Leyes Universales? ¿Es que acaso no estamos todos
avisados? ¿Es que a estas alturas el que quiera no puede conocer las Leyes de
Dios o Leyes universales, que rigen todos los mundos más evolucionados y que
rigen a seres más evolucionados, y perfeccionados en inteligencia o raciocinio,
y que rigen a seres más perfeccionados emocionalmente, sentimentalmente, políticamente,
socialmente, religiosamente, culturalmente, científicamente, tecnológicamente, etc.?
¿Acaso los que atentan generación tras generación contra la integridad y la
eternidad de la vida, se les debe dar la oportunidad de que algún día logren
sus objetivos, o, es más justo erradicar el cáncer antes de que acabe con la
vida de todo el ser que ha contaminado? ¿Sabéis ahora cuál es la verdadera
justicia, y, cuál es su verdadero objetivo? ¡Porque la verdadera justicia no
asesina, ni mata, sino que sana y cura las enfermedades víricas, bacterianas,
pero también las enfermedades sociales y de comportamiento social enfermo! ¡Y
cura, sana y regenera los tejidos sociales universales de todos los mundos que
se hayan corrompido y las gangrenas de sus manos y pies, que amenazan por
pudrir todo lo que existe hasta la total extinción de la vida! ¡Para esto son y
sirven las verdaderas Leyes de Dios, o Leyes universales! ¿Y, por qué se llaman
Leyes de Dios? ¡Pues a esto ya os tengo respondido en varias ocasiones y de muy
diferentes maneras, y, es que nosotros vivimos dentro del cuerpo de Dios,
porque todo lo que vemos y percibimos en la inmensidad de los universos y
mundo, existen dentro del cuerpo de Dios! ¡Es por esto tan simple que, si no
cumplimos con las Leyes de Dios, estamos creando una grave enfermedad, un cáncer,
una gangrena que amenaza con multiplicarse y por irradiarse por todo el
universo, y universos y demás mundos e infectarlos mortalmente! ¿Todavía pensáis
que Dios es injusto, asesino o egoísta, por desear permanecer lo más sano y
limpio de corrupción? ¿O, es que egoístamente preferís ignorar que Dios existe,
y por lo tanto, tampoco sus Leyes existen, ni tienen validez, ante vuestras mundanas
leyes? Bueno, si así pensáis es que vosotros formáis parte de la gangrena, y
esta, inconscientemente hace lo único que sabe hacer, y se comporta automáticamente
con un solo objetivo consciente o inconsciente, que es el de acabar infectando
y corrompiendo todo lo que le rodea. Y si no creéis en Dios, lo mejor es que, no
perdáis más el tiempo leyéndome, porque vosotros os sentís en vuestra ignorante
arrogancia, superiores a Dios. En el supuesto que para algunos de vosotros Dios
exista. Porque para los demás, aunque crean que Dios no existe, con su aptitud
de desprecio hacia la idea de Dios, se manifiestan no solo iguales a la simple idea
que tienen de Dios, si no que, se manifiestan con su aptitud de desprecio, por
encima y superiores a Dios. ¡Y, esto es una prueba muy evidente, de que este
tipo de gentes, hacen y sienten lo mismo por la vida, y la desprecian y se
sienten superiores o dueños de la vida propia o ajena, y así lo manifiestan abiertamente
con sus actos y comportamientos cotidianos, a los cuales tanto nos hemos
acostumbrado y acomodado, por domesticación, por borregos acomodados, o por
cerdos cebados, o por monos flacos y con coraje tan solo para imitar a los
poderosos, o jefes de sus cuadrillas o bandas, etc., para mentir, robar, matar,
y huir a escondernos en los bosques de nuestras ciudades, pueblos o soledades.
Cristo Maestro Andar.