---“SI SE PUEDE” “PODEMOS”---
A 19 de mayo de 2014.
Hola hijos míos.
Este sábado pasado estuve viendo por televisión el
partido de futbol de la liga española entre el FC. Barcelona y el Atlético de
Madrid, y en el cual se decidía el ganador de la presente temporada de esta famosa
competición futbolera. El partido de futbol estuvo muy interesante y muy
maravillosamente estresante emocionalmente, ya que a estas alturas de la
competición se notaban a los jugadores de ambos equipos muy cansados, y como es
natural físicamente, a pesar de toda la pesadísima voluntad que arrastraban en
sus piernas nuestros atletas, se les
notaba que querían pero no podían. Más a pesar de todo esto, y de todos
los inconvenientes físicos que muchas veces hacía que se ralentizaran las
jugadas, nos hicieron disfrutar a los aficionados a este deporte de unos
acelerados latidos de nuestros corazones, que compensaban los sufrimientos por
agotamiento de nuestros atletas futboleros. Bueno, sé que todos disfrutamos del
espectáculo, tanto aficionados de uno como de otro equipo, como también disfrutaron
todos aquellos que no eran aficionados ni de uno, ni del otro equipo, y, como
es mi caso, también disfrutamos los que no somos aficionados de ningún equipo
en particular, sino que, tan solo somos aficionados al futbol y a los buenos
partidos de futbol, jueguen donde se jueguen y sean cuales sean los equipos de
este mal llamado deporte, porque ya ha dejado de ser un deporte, y por lo
tanto, también los profesionales del futbol, han dejado de ser deportistas.
Pues en el verdadero deporte existe una cierta ética, moral, educación y
respecto por la práctica y el ejercicio de dichos deportes. Pero en el futbol,
estas cualidades ya se han extinguido, y, todo vale con tal de ayudar al equipo
a ganar o a perder. Desde simular faltas, a provocarlas con maldad para
conseguir los objetivos egoístas de los empresarios de estos corruptos negocios
del juego con balón, mal llamado o definido, como deporte. Más bien se podría
definir como competición donde se pelea con ciertas normas, que si se pueden
disimular con trampas, gestos, patadas, codazos, insultos, provocaciones,
mentiras, engaños, etc., mucho mejor con tal de conseguir ganar, derrotar o
humillar a los contrarios. Pero estas cosas lejos de parecerles a los supuestos
deportistas y aficionados de sus correspondientes equipos, algo malo, algo
negativo, no lo es, porque, es un fiel reflejo de cómo funcionan las sociedades
humanas en la vida más cotidiana y en nuestras vidas más ordinarias, que, por
ser y haber convertido la vida en una cosa tan ordinaria, la pisoteamos bajo
nuestros pies y le damos patadas al igual que, si fuese un vulgar viejo balón,
remendado con el fresco hilo extraído de los jirones de la piel de nuestra
maltratada alma.
¿Pero por qué os digo estas cosas? Bueno, quizás
sea porque observo con mis sentidos, mis viejos y cansados sentidos, cansados
de jugar en este mal llamado deporte de la vida, donde ya sea democráticamente o
no, siempre perdemos los mismos, los que delegamos el egoísmo, la falta de
moral, la mentira, las patadas, los codazos, los engaños, el simular dar
trabajo para aprovecharnos de nuestros prójimos y vivir por encima de sus
posibilidades a costa de explotar a sus semejantes. En este juego de la vida,
donde los balones a los cuales se les dan patadas somos los humildes por
delegar nuestra falta de valentía y coraje, para aprovecharnos del esfuerzo
ajeno, etc., y, por ser tan cobardes como para levantar nuestra dignidad para
mirar de frente a los ojos de las sanguijuelas, piojos, pulgas y garrapatas
humanas, que tan solo sirven para hacer de vampiros sociales. Si, nosotros los
humildes, la masa sucia, los borregos, que tan solo somos valientes para
desobedecer a Dios y echarle todas las culpas de todo cuanto nos sucede, para
así tener contentos y orgullosos, a nuestros diabólicos y democráticos amos,
que nos hacen felices con sus estados de derecho, que a nosotros nos causan
dobleces de espalda y jorobas cargadas de desagradables emociones, molestos sentimientos
y angustiosos sufrimientos. Si, nosotros los don oprimidos, por no tener lo que
hay que tener, y delegar nuestra maliciosa competitividad en los estudios
cuando somos jóvenes, y delegar nuestro falta de entusiasmo por convertirnos en
pulgas, piojos y garrapatas humanas, más adelante, cuando dejamos de ser jóvenes
don nadie, para ser adultos don nadie.
Bueno, os decía estas cosas porque decía ayer el
entrenador argentino del Atlético de Madrid, resumiendo, la famosa derivada
palabra que se puso de moda en las elecciones americanas, de “Si se puede” por
un, “Si queremos se puede” o también, “Podemos” al esfuerzo y al trabajo, por
haber conseguido el tan perseguido título de liga española. Y es muy cierto,
porque si se puede o podemos
conseguir todo aquello que con voluntad y esfuerzo luchemos por alcanzar. Pero
me da una gran pena, que empleemos nuestras energías y fuerzas, que empleemos
todos nuestros si se puede y todos
nuestros podemos, para que todo luego siga peor que antes. Pues como en
el ejemplo americano, en vez de cambiar para bien, lo hicieron para mandar más
tropas y ejércitos a los países que tienen invadidos y ocupan por la fuerza, y,
como premio a su, “si se puede” le dieron su merecido premio Nobel de la Paz, a
su pudiente presidente, por aumentar sus efectivos para alargar y provocar más
guerras. Está muy claro, que los borregos nos unimos muy valientemente a los “si
se puede”, y a los, “podemos”, con gran destreza y pericia, para que los piojos,
pulgas y garrapatas humanas, consigan sin esfuerzo alguno sus objetivos
terrestres, porque han evolucionado a través de los siglos para parecer y
parecernos, unos muy buenos merecedores de las meriendas que se dan chupando
nuestras sangres y las sangres de nuestros supuestos y queridísimos hijos, que
procreamos para que no les falte apetito y no vayan a padecer de anemia virtual,
porque podrían ponerse tristes y morirse de ayuno sentimental.
Es muy evidente que, si empleáramos con igual
entusiasmo los, “si se puede” o los, “podemos” para cumplir con los
Mandamientos de la Ley de Dios, dejarían de existir los piojos, pulgas, chinches
y garrapatas humanas. Pero si por vosotros fuese, jamás se llegarían a
extinguir estas beneficiosas especies humanas, que nos libran del exceso de
energía, y, nos libran de vivir una vida plena en paz, y, nos libran de las
pesadas cargas que supondrían disfrutar de una saciadas necesidades básicas, y,
así nos libran de sentir lo que es la verdadera dependencia de la libertad, y,
nos libran de nuestros desesperados deseos de los goces gratuitos de nuestras naturalezas,
porque, si dependemos de que nos los vendan, nos vendan los goces y placeres de
la vida, aunque sea a costes emocionales, sentimentales altos, pero baratos de sueldo
y empleo, nos sentimos más, mucho más felices y realizados. Para todas estas
cosas, “si se puede”. Para todas las conveniencias de chinches, garrapatas,
piojos y pulgas humanas, “podemos”. Para todo lo malo de este mundo, y aumentar
el poder y la corrupción, de todas nuestras elevadas jerarquías de piojos,
pulgas, chinches y garrapatas, “si se puede”, “podemos”. Para todo esto somos
muy valientes y echados pa lante. ¡Viva la democracia, viva la patria y nuestros
estados de derecho, aunque todos nosotros andemos todas nuestras vidas doblegados
con inmensas y pesadas jorobas emocionales y sentimentales! ¡Viva la
democracia, viva la patria y nuestros estados de derecho, aunque nosotros
seamos fieles reproductores de futuros e ideales jorobados! ¡Vivan las burbujas
inmobiliarias, mejor dicho, vivan nuestras jorobas inmobiliarias! ¡Vivan las
jorobas y viva la libertad, nuestra libertad para crear y procrear futuros
jorobados, y, para procrear futuras jorobas burbuja, y, para procrear futuras
jorobas inmobiliarias! ¡Porque así les demostramos nuestro amor a nuestros
hijos! ¿O, quizás o tal vez, esto no es amor? ¡Porque a esto nos han enseñado a llamarle amor!
Bueno, buenos sentimientos son y buenas emociones son, según nuestros
diccionarios para definir el amor a la esclavitud, y para definir el amor, con
que educamos a nuestros hijos para ser unos felices y obedientes esclavos de
piojos, chinches, pulgas y garrapatas humanas. ¡Vivan los piojos! ¡Vivan las
chinches! ¡Vivan las sanguijuelas! ¡Vivan las garrapatas! ¡Vivan las pulgas!
¡Vivan los vampiros! ¡Y vivan los hombres lobo y los lameculos hombres perro!
Porque si por vosotros fuese, siempre sería así y
jamás con vuestros, “si se puede” y con vuestros, “podemos”, se arreglaría el
mundo. Más a vuestro pesar, Dios me ha enviado a este mundo, a limpiar la
infestación humana de piojos, vampiros, sanguijuelas, pulgas, chinches y
garrapatas, y de todos sus felices, democráticos y libres seguidores. Y esto no
es negociable. Y para esto no necesito voluntarios, ni seguidores, ni aduladores,
ni adoradores, porque no habéis querido someteros a la Voluntad de Dios, para
convertiros en verdaderos hombres libres y verdaderos hombres felices, pues yo
os someteré a la limpieza, y a la sanidad, anunciada en las Sagradas
Escrituras. Así conoceréis a quien pertenece este mundo. Así sabréis a quien
pertenece la vida. Así sabréis que yo no necesito vuestros vacilantes y
esperanzadores, “si se puede”, “podemos”, porque Dios cuando quiere todo lo
puede.
Cristo Maestro Andar.

