QUE DIFÍCIL, ES VIVIR EN PAZ
Quiroga a 22 de octubre de 2023
¿Quién no ha tenido en
su vida escondites de paz en su alma?
Sé que a lo largo de
nuestras vidas, todos hemos experimentado momentos tiernos de sosiego, de adormecdida
paz y de estimulante amor. Y aunque suelen ser periodos prontamente pasajeros,
siempre los echamos de menos. Y, los echamos de menos porque en nuestra alma y
corazones, ruge la marabunta del mal. Que siempre nos está invitando y
tentando, a pensar, a sentir, y a hacer todo lo que debemos, para encontrarnos
mal, con nosotros mismos y con los demás, y, como si los demás, tuviesen toda
la culpa de todos nuestros problemas. Y, así de esta manera, entramos en círculo
vicioso de maldad y agresividad, los unos con los otros, como si los demás
fuesen peores que nosotros mismos, peores, que nuestros colectivos raciales, regionales,
nacionales o internacionales. Y, pensando que nosotros somos los buenos y con
derecho a todo y a sobrevivir por encima de todo y por encima de los demás.
Tenemos presente el
holocausto judío y sin embargo, no tenemos en cuenta el holocausto palestino,
que ya dura 75 años. Y, dicen públicamente los actuales judíos, que los
palestinos son animales. Si, esto no es injusticia, ¿Entonces qué es? ¿Si, esto
no es un holocausto qué es? ¿Si, esto no es sembrar muerte e injusticia, qué lo
es? Pero todos sabemos que tarde o temprano, la guerra y la injusticia sembrada,
pronto se ha de tornar, en guerra e injusticia, sobre quienes las han sembrado.
¿A quién culparemos entonces a los demás, de todos, nuestros males? ¡Dios
demandará justicia sobre todos aquellos que Jesucristo llamó “hijos del diablo”!
Refiriéndose a los saduceos y filisteos de su época. Y, hoy en día, estos
descendientes de saduceos y filisteos, son los ladrones y asesinos, que se han
apoderado de nuestro mundo. Y, esto lo observamos a través de sus obras, de sus
rapiñas, de sus creadas guerras, y de sus corrompidos gobiernos implantados por
la mayoría de nuestros gobiernos planetarios. ¿A quién culparemos por las malas
obras de nuestras manos, de nuestros cómplices pensamientos, sentimientos y
emociones? ¿Culparemos a todos aquellos que hemos convertido en nuestros enemigos,
y, los culparemos de nuestros malignos quehaceres y gobiernos, sobre todas las
naciones?
Jesucristo dijo aquello
de “Por sus obras los reconoceréis”. ¿Pero acaso, tenemos claro que nuestras
obras las reconocemos, como buenas o malas? ¿Acaso ya nos resulta tan agradable
y satisfactorio, dejarnos engañar por la maldad, para llamarla bondad y libertad,
o, democracia? ¿Quién en este mundo siembra el mal, para cosechar el bien? ¿Quién
en este mundo siembra la muerte y la injusticia, para recoger y cosechar el
bien? ¡Si, todo esto nos hace sentirnos felices, nos hace sentirnos bien y
justos! ¿En qué bando y al lado de quienes estamos? ¿Es tan difícil saber, que
nos sentimos bien apoyando el mal, la guerra, la rapiña y la muerte? ¿Con qué
derecho nos plantaremos arrogantemente delante del verdadero Mesías que viene a
hacer Justicia? ¿Todavía nos sentiremos agradablemente vencedores al lado de
los verdaderos perdedores, sembradores del mal, de las guerras, de los
asesinatos justificados, de las rapiñas, etc.?
Maestro Andar.