EL
CONTRARIO DE DIOS.
A 04
de abril de 2012.
Hola
hijos míos.
Cuando desde muy niño empecé a tomar consciencia de
mi existencia terrenal, y esta toma de conciencia hacia adentro o despertar a
este mundo, no fue de golpe, sino, que, este contacto con la crudeza de unas
emociones y sentimientos sin cocinar, sin masticar y sin digerir por la nueva
introducción de mi conciencia en este mundo, se hacía muy poco a poco, como si
de vez en cuando, abriese una puerta, y accediese al jardín mundo terrenal, o,
como si encendiese un televisor y sintonizase el canal de la realidad terrenal,
donde ya podía ver todo lo que en este mundo había y como todo se desenvolvía
en él, pero, lo más importante era que, ya podía observar por separado y con su
propia personalidad, a todos los seres que me rodeaban, y, podía sentir a cada
uno indistintamente, como si les oyese hablar estando callados, diciéndome todo
lo que eran, todo lo que sentían y todo lo que pensaban. Pero lo más agradable
de todo era sentir aquel gran compañerismo, aquel gran amor familiar, donde
todo giraba entre sí mismo. Donde todo giraba en torno a si mismo y para sí
mismo. Aquel amor familiar que todo lo envolvía, era como una gran matriz de
una embarazada, donde se podía alimentar el alma humana de su calor. Donde el
alma humana, se sentía acogida, protegida y alimentada de unos sentimientos
placenteros y tan agradables, que era como estar soñando que siempre eres feliz
y que nada te falta. Ya que, en este estado, el alma humana, era más que nada,
o, representaban más que todo lo demás, los nuevos juguetes adquiridos como
eran los nuevos sentimientos y emociones de mi nuevo y flamante vehículo,
llamado cuerpo humano, y que la mayoría del tiempo, te da todos las impresiones
de ser lo más importante y lo que realmente acapara todas tus atenciones y
todos tus sentidos, los espirituales y los animales. Sin embargo, cualquier
agresión natural, entre los mismos miembros de la familia, cualquier sentimiento
egoísta, cualquiera emoción discriminatoria, hacia que se rompiese aquella
magia egoístamente familiar, que flotaba rodeando aquel mundo ideal
placentario, donde nada era tan perfecto como a veces parecía, y, cuando las
cosas resultaban desagradables, mi conciencia volvía a sumergirse en la
inconsciencia muy infantil, que hace que vivamos a medias entre este mundo
terrenal y otros mundos, de los cuales sabemos que están ahí, pero que, ya no
podemos entrar en ellos, pero que ya, no podemos ir de vuelta hasta el sitio,
de donde realmente procede nuestra verdadera personalidad espiritual, pues,
ahora estamos en el camino de la conciencia, que nos lleva sin remedio hasta el
puerto de la conciencia terrenal. Ahora, estamos de viaje a este mundo, y
cuando somos muy pequeños y estamos realizando este tránsito, y no nos gusta lo
que sentimos, lo que vemos, lo que oímos, etc., podemos bajar y hacer escalas
en puertos extranjeros intermedios. Puertos que son mundos de paso que están
situados entre el puerto de salida, hasta el puerto de llegada, que es, en este
mundo terrenal, y donde nos refugiamos de la dura realidad. Y en los cuales nos
refugiamos, ante el terrible impacto que nos causa, el choque con el terrible
estruendo producido por la batalla, con que la realidad cotidiana de las
labores, vivencias, circunstancias y relaciones sociales de nuestra familia y
vecinos, etc., nos impacta en el relativo silencio a que estábamos
acostumbrados, a recibir todo lo exterior amortiguado, como si fuesen visiones,
ruidos, sentimientos y emociones de ese mundo, que parece que, estaba a
millones de kilómetros de nosotros, pero que, de vez en cuando, con solo abrir
la puerta de nuestros ojos diferentes; que de vez en cuando, con solo abrir esa
puerta que está, en nuestros ojos y que da a este realidad, vemos cosas que nos
gustan y cosas que no nos gustan. Pero que cuando no nos gustan, todavía
tenemos la capacidad de cerrarla y mirar hacia adentro, refugiándonos de nuevo
en esos mundos de paso, en esos puertos y estaciones de tren en las cuales nos
podemos bajar y descansar de este largo e impresionante viaje. Lo mismo ocurre,
cuando en vez de ver, escuchamos cosas desagradables, gritos, riñas, peleas,
etc., entonces cerramos la puerta del oído que da a este mundo, y escuchamos
hacia adentro, y nos paramos en ese puerto con maravilloso clima donde brilla
el Sol, y hace un tiempo estupendo para relajarse. Lo mismo ocurre, cuando
percibimos que los sentimientos, y emociones, de todos los que nos rodean, no
nos gustan, entonces también nos apeamos en la próxima estación y descansamos
de todo aquel ruido sentimental exterior, que nos hace sentirnos incómodos y
sucios con aquel cuerpecillo humano, y
es entonces cuando, nos dejamos mecer entre los brazos de una madre, de un
padre, o de algún familiar allegado, y dormidos, despiertos o adormecidos, o
simplemente hipnotizandamente despiertos, no vemos, no oímos, no sentimos, ni
pensamos, ni estamos en este mundo, sino, que permanecemos en alguna de esas
estaciones de transito a esta realidad terrenal. Sin embargo, el camino sigue y
sigue hacia adelante, pues nuestro reloj biológico natural, arrastra nuestra
consciencia hacia la conciencia humana, hacia la conciencia regida por nuevas
leyes, nuevas normas, nuevas circunstancias, y que ya empiezan a notarse los
efectos de los instintos de ese mundo, cuyas paredes son, nuestros cuerpos
físicos, y lo que es mejor y mucho peor, es que empezamos a sentir todas sus
necesidades, todos sus miedos, todos sus temores, todos sus gustos, todos sus
placeres, y todas sus alegrías y disgustos. Y, cada vez, las estaciones de
transito quedan más y más separadas, por lo tanto, tenemos que enfrentarnos
cada vez más, al mundo de lo terrenal, guste o no. Pues cada vez las estaciones
están tan alejadas unas de otras que, al no encontrarlas, corremos
desesperadamente por este mundo, queriendo huir de él, pero no lo conseguimos,
tan solo conseguimos kilómetros y kilómetros, millas y millas náuticas. Tan
solo conseguimos ver correr el paisaje ante nuestros ojos y difícilmente somos
capaces de escapar a lo que estos están viendo, y, si lo hacemos, es para tan
solo ver pasajes pasados de esta realidad terrenal, donde nos refugiamos, o,
tal vez, nos refugiamos, como es muchas veces el caso, en ver nuestros
problemas del pasado, o angustias del presente, pero a medida que nos hacemos
adultos, las estaciones de transito quedan muy separadas unas de las otras, a
veces por meses, luego años y más tarde, por lustros o décadas. Pero, no os
preocupéis, porque las estaciones de transito volverán a hacerse más y más
frecuentes a medida que nos acercamos a
nuestra vejez, o a nuestra partida, o muerte, de esta realidad terrenal. Y así,
si sois muy observadores, podréis ver que los seres humanos que sean jóvenes o
viejos, cuando está cercana su muerte, están como absorbidos, o idos, como
ausentes, como si pasasen largos periodos de tiempo en otros mundos, como
soñando, como si en realidad no prestasen mucha atención a todo cuanto acontece
a su alrededor, y, es que, se hayan sumergidos en una estación de transito,
descansando y tomando fuerzas, para el viaje de regreso a su mundo, al mundo, al
que pertenece según su estado de perfección o estado evolutivo.
Si queridos hijos míos. Al igual que cuando
regresamos o llegamos a este mundo, que es un largo viaje que comienza incluso,
antes de estar metidos en el tren del espermatozoide, y más tarde cuando ya
estamos o hemos llegado a este mundo terrenal, paramos en muchas estaciones de transito, para
descansar, para tomar a veces un bocadillo, otras veces para tomar una buena
comida, y otras para descansar y dormir una buena noche de los tiempos
dimensionales, así mismo también, cuando se acerca el tiempo del regreso, al
mundo del cual procedemos, se van de nuevo acercando y acortando, las
estaciones de este largo tren de la Vida, cuyo pasaje hemos adquirido en la
estación más próxima a nuestros mundos de procedencia, y, continuamente cada
vez, permanecemos más tiempo, como al contrario de cuando venimos a insertarnos
y a formar parte de este mundo humano, tan real, como los otros mundos, pero de
los cuales se pierde la conciencia, aunque no la consciencia, o la inconsciencia
profunda, pero a estos tipos y estados de conciencia profunda, ya raras veces
tenemos acceso a ellas, porque ya dejan de formar parte de nuestra conciencia
humana. Bueno, como yo, no soy psiquiatra, ni psicólogo, ni teólogo, ni
científico, ni estudioso de la real academia de la lengua, me expreso, como me
expreso y espero que me entendáis, y no voy ahora a perder el tiempo, ni con el
diccionario, ni con enciclopedias del saber, para averiguar lo que realmente
significa conciencia, consciencia, inconsciencia, etc., y lo explicaré a mi manera,
porque estos términos humanos se quedan muy cortos para explicaros estas cosas
de las cuales os hablo, así, que, simplemente os diré que ahora en este
trabajo, muchas veces digo consciente, o conciencia, o consciencia, o
inconsciente, etc., pero, os digo, que, tan claro, como el cielo azul y la
noche estrellada, que, muchas veces la conciencia, toma conciencia también de
otros mundos que permanecen ocultos a nuestros sentidos humanos, y, que la
consciencia o inconsciencia, muchas veces permanece en este mundo, y otras
veces está en las estaciones de transito, y otras veces incluso está en otros
mundos de los cuales procedemos, aunque esto sea muy raramente, por supuesto,
pero no imposible. Por lo que también a veces llamo consciencia, a la
conciencia profunda, y también a la conciencia espiritual, que puede pertenecer
a otros mundos, y mundos estaciones o puertos de mar de paso, o, simplemente a
otro mundo, o dimensión, de los cuales también estamos constituidos y que nos
forman en una totalidad.
Bueno, ya sé que éstas cosas son muy difíciles de
explicar y muchísimo más difíciles de entender, pero son así, más si no lo
entendéis, no tiene importancia, pues tan solo son tecnicismos, y formas, y prácticas
de existencias y de mundos y de sus experiencias y circunstancias, y que también
forman parte de nosotros, seamos o no conscientes de ello. Lo más importante es
que, tengáis fe. Lo más importante es que siempre estéis centrados en Dios,
pues Él, es la Luz que nos guía siempre a la felicidad. Pues Él es siempre, el
Misericordioso que con amor, nos protege del frío congelador de las
experiencias desagradables por las que tenemos que pasar y vivir. Él es siempre
el Faro a seguir en la oscuridad de nuestras noches por este mundo y por todos
los mundos, y siguiendo su Luz, jamás estaremos perdidos, ni de día, ni de
noche, ni cegados por distintos soles y estrellas, ni cegados por la oscuridad
de las noches interestelares. Pero tened cuidado, pues el contrario de Dios,
también tiene luz, pero su luz es tenue, y se apaga tan pronto, como nos
dejamos guiar por ella, y si seguimos una luz que continuamente se apaga,
estaremos más tiempo perdidos que bien encaminados, estaremos más tiempo de las
generaciones extraviados siguiendo nuestros egoísmos, siguiendo los instintos,
para darle de comer a nuestros cuerpos, siguiendo ciegamente la luz que continuamente
se apaga, al darle gusto y placer a nuestros cuerpos, y, luego al hallarnos
verdaderamente perdidos y extraviados en la oscuridad de las generaciones, nos
estamos cayendo continuamente por los barrancos y precipicios de estas
realidades amasadas a base de, miedos, terror, angustias y temores.
La luz del contrario de Dios, es la luz que porta y
ostenta la mujer, que es la luz, que nos alumbra a este mundo humano, a esta
realidad humana de instintos y pasiones, que no son malas, sino, que hay que
domesticar, que hay que doblegar, y que hay que, someter a la Voluntad de Dios.
Es por todo esto que, no podemos permitir que la mujer nos guíe con su luz, y
mucho menos, que a través de su luz, someta al hombre. Pues someterse a la luz
contraria a la Luz de Dios, es hacer la voluntad del contrario de Dios, y no,
hacer la Voluntad de Dios. Pues la luz de la mujer sigue siendo la luz, que nos
alumbró en nuestro nacimiento a este mundo, y su guía, siempre será hacia las
cosas de este mundo. Y su guía siempre será, hacia las cosas terrenales. Y su
guía siempre será, hacia la desintegración de la verdadera personalidad
espiritual, que procede de los verdaderos mundos de los cuales realmente
procedemos, de los cuales verdaderamente somos auténticos, y, que este mundo,
comparado con el que, verdaderamente procedemos, es un mundo salvaje, con leyes
naturales salvajes y crueles, donde el más cruel, el más malo, el más agresivo,
el más asesino, el más ladrón, el más mentiroso, el más idólatra, etc., es el
que domina y guía a los demás, según le manda la luz de este mundo portada por
la mujer, que representa en este mundo, al contrario del hombre, como en otros
mundos, representa el mal, al contrario de Dios.
Espero que no me creáis.
Espero que no me hagáis caso.
La verdad, es que sigo esperando, y no me importa.
Y la verdad, es que, lo que yo espero, no es a
vosotros precisamente.
Sin embargo, os diré algo, aunque nada más sea,
porque me aburro. Aunque nada más sea, por hacer pensar a vuestros científicos
y pensadores de todo tipo, os diré algunas cosas más.
Veréis. Cuando el espermatozoide y el óvulo se
juntan para crear a un ser humano, no solo viajan en ellos, información de cómo
va a ser, nuestro cerebro, nuestra piel, nuestro ojos, nuestro hígado, nuestras
características físicas en general, etc. Os aseguro, que esto es lo de menos, y
lo menos importante. Pues os aseguro que, tan claro, como el cielo azul y la
noche estrellada, que, viajan también en los espermatozoides y los óvulos, a
escala proporcional , viajan también, nuestros mundos de procedencia, y, además
de que, no todos procedemos del mismo mundo, y si añadimos a esto que, además
luego a niveles mentales, estamos conectados todos los seres humanos, ¿os
imagináis que ocurriría si no existiesen barreras naturales que, hacen que
todos estos mundos estén separados y ordenados, y fuera de nuestro alcance
común, y fuera de nuestra conciencia cotidiana y ordinaria?
Bueno, de momento contentémonos con pensar que, si,
existen mundos de paso, como las estaciones de un tren, que, en nuestros largos
viajes de ida y vuelta, nos sirven para ir adaptándonos al área de trabajo que
nos toca, o sea, adaptarnos al mundo correspondiente, en este caso, al mundo
humano, y luego de regreso a otros mundos a los cuales espiritualmente
pertenecemos, etc. Y hablando de estas estaciones de paso, deciros que también,
vamos a parar a ellas mediante nuestras enfermedades mentales, donde
compartimos la estación con otros ciudadanos, los cuales unos están por unas
circunstancias y otros por otras, y unos echan más tiempo y otros menos tiempo,
etc.
Bueno, hablando del tema y de la información, que
llevan y transportan, los espermatozoides y óvulos, pues os decía que, además
de la información de nuestras características físicas, también va toda la
información de nuestras características espirituales y de nuestros mundos de
procedencia, y, que, cuando se empieza a formar el ser humano en el vientre de
su madre, no solo se desarrolla
físicamente, sino, que también espiritualmente, y además, se desarrollan a escala,
adecuadamente proporcionada, los mundos de los cuales procedemos, y de otros
mundos, de los cuales también estamos constituidos.
O sea, que, lo que trato de explicaros, es que, en
el espermatozoide y en el óvulo, no solo viaja, toda la información, para la
formación física de un ser humano, sino, que en este árbol de la vida, viajan
también a escala adecuadamente proporcionada, toda la información, para
desarrollarse otros mundos y dimensiones, con sus vidas, circunstancias,
experiencias, etc. que se extienden, por todo el organismo del ser humano, de
tal manera, que, el ser humano así queda, constituido y formado a la vez, por
numerosos mundos de los cuales no es consciente, como tampoco es consciente, de
cuando se forma su cerebro, su hígado, su páncreas, etc.
Y a estos mundos principales, que constituyen a
nivel inconsciente el ser humano, los conocemos en nuestra realidad, como
chacras, dimensiones, planos, mundos, etc., y también se conocen en las
Sagradas Escrituras, como los Siete Días, en que Dios creó este mundo, que son
los mundos y dimensiones, de que están compuestos los ladrillos principales,
donde se asientan las diferentes realidades, de diferentes mundos, entrelazados
entre sí, formando aparentemente una sola realidad, y formando aparentemente un
solo mundo, pero, que, como podemos apreciar, no es el mismo mundo, para un
mineral, que para un vegetal, como para un microorganismo, un reptil, un
mamífero, etc., o, para el ser humano, pues, aunque parezca que todos estamos
en el mismo mundo, donde se cruzan nuestras distintas realidades y distintos
tiempos y dimensiones, son bien distintos todos estos mundos entre sí. Claro
está que, tampoco vamos a analizar que cada uno de estos siete mundos, o
dimensiones principales, a su vez, se dividen en otros mundos o submundos, etc.
Bueno, ahí, ya no vamos a entrar, porque ya tenemos bastante follón mental,
como para entender, todo lo que os estaba diciendo, y meternos en más y más
entresijos mundiales, sin tener de momento laboratorios científicos, para
comprobar y estudiar los mundos principales, como para meternos ahora con mas
internacionalidades, y, conflictos mundiales, de momento que nos basten, los conflictos
que creemos que son de un solo mundo, que tenemos en un solo mundo. ¡Este! Que
no somos capaces, de ponernos de acuerdo para llevarnos bien y como Dios manda.
Cuanto más, liarnos a pretender descubrir las Américas espirituales, sin antes,
haber sido capaces de desarrollar entre nosotros la paz. Sin antes, haber sido
capaces de desarrollar el destierro, dentro y fuera de nosotros, del egoísmo,
la ambición, la discriminación, el odio, el rencor, el robo, la mentira, el
asesinato, la idolatría, etc. Sin antes, haber conseguido dejar de comportarnos
como animales básicos, que se pelean por la comida, por el agua, por la
sexualidad, por el territorio, por todos los recursos de un mundo, que no nos
pertenece y que nos ha sido alquilado por Dios. Que lucháis egoístamente, por
todo cuanto existe en este mundo humano, por todo cuanto existe, matándoos y
matando la vida humana, o despreciándola, a sabiendas de que esta, tampoco os
pertenece, sino, que también os ha sido alquilada por Dios, para cuidarla,
mimarla y someterla a Su Voluntad.
Y según estáis, celebrando la semana santa, pero
como está Escrito, que a lo malo llamaríais en estos tiempos bueno, no es tal
semana santa, sino, una semana de burla y rebelión contra Dios, con todas esas
procesiones idólatras, donde en vez de manifestarse lo santo en vosotros, lo
único que se manifiestan son vuestras tendencias demoníacas, vuestros enfermos
fanatismos religiosos, etc. Por lo que vuestras fiestas y semanas santas, tan solo
constituyen blasfemia, burla, oposición y rebelión descarada contra Dios, y,
sobre todo, por sumaros al contrario de Dios y manifestarlo orgullosamente y
soberbiamente, en vuestras celebraciones, sobre todo, en esta Semana, y como
está Escrito, que lo pagareis con vuestras vidas, al fin y al cabo, lo que
creéis que es vuestra, la vida, no es vuestra, y, Dios toma lo que es suyo. Y
Él le dará más y más vida. Le dará la vida eterna, a quien la merezca, y no, a
unos rebeldes delincuentes de todo, y contra todo, lo que es espiritualmente
verdadero, sano y bueno, para alcanzar la verdadera felicidad, la verdadera
eternidad.
Y no os equivoquéis, no seré yo quien ajusticie a
las mafias y a sus mafiosos religiosos, en que se han convertido, los
sacerdotes, guías, imanes, de todo tipo, pues de estos, se salvarán muy
escasamente pocos. La gran mayoría por rebelión constante y consciente, contra
el cumplimiento de la Voluntad de Dios, y otros por su cobardía en revelar, las
mafias en que están convertidas, desde hace generaciones sus iglesias, sus
religiones, etc., y, serán ajusticiados, por sus propios creyentes, cuando
descubran la verdad, toda la verdad, que les hará por fin libres de ataduras
satánicas. Si bien es cierto, que lo harán siguiendo las instrucciones de Dios,
según está Escrito y que yo vengo a cumplir.
Pero para tanto sabio teólogo, como abunda en este
mundo y, ¿todavía no han sabido descifrar que significan las siete estrellas en
la mano derecha de Cristo, según el Apocalipsis? Bueno, saben que son las siete
iglesias ¿pero qué significa, que estén en mi mano derecha, y no en la
izquierda? Bueno, tal vez os de una idea, una vaga idea, de lo que puede esto
significar, ¿quizás significa, que yo, Cristo, tendré el poder de en este
tiempo, de las siete iglesias? Bueno esto, ¡os aseguro que sí! ¿Pero además, de
que tendré el poder de estas iglesias, que más significa, que estén en mi mano
derecha? ¿Tal vez, signifique purificación? ¿Quizás signifique limpieza? ¿Acaso
signifique castigo? ¿O tal vez resumiendo, significa, Justicia? ¡La Justicia de
Dios, prometida para este mundo!
La verdad es que, no pretendo asustaros, pero si
consigo esto, con algunos de vosotros, habréis salvado la vida, aunque mi
intención no sea esta, sino, simplemente esperar, que se cumpla la Voluntad de
Dios, y podéis estar bien seguros, que se cumple, queráis o no.
Ahora está en vuestro libre albedrío el seguirme, o
en seguir vuestra libre rebelión contra Dios, más el libre albedrío, que os
hace ir, en contra de quien en vosotros fomenta la paz, la justicia, el amor y
la felicidad, más, el libre albedrio, que os hace ir, en contra de Dios, se os
está acabando, y, muy pronto me tocará a mí, emplear, el libre albedrío de
Dios, para recuperar un mundo nuevo, un mundo de justicia, de paz, de amor y un
mundo sano y de verdadera alegría, donde ya no existan jamás, las miserias, las
discriminaciones, la pobreza, y donde nadie explote las necesidades básicas de
la humanidad, un mundo, ya nunca más existan mercados de compra y venta, ni
mercados donde se compren y vendan la libertad, la justicia, la paz, el amor.
Un mundo, donde jamás se compre o venda la dignidad del hombre, ni la dignidad
que significa, ser hombre, ni se pueda comprar o vender la dignidad, que
significa ser, la Imagen y Semejanza de Dios. Un mundo, donde todo y nada, se
pueda comprar o vender, puesto que, todo cuanto existe, es de Dios, y Dios lo
da a quien Él quiere, y lo da a los pobres, a los obreros, a los humildes y a
los justos, porque estos saben, lo que son las injusticias, y jamás volverán a
permitir, que estas, se vuelvan a repetir durante las generaciones futuras,
porque su verdadero guía que les alumbra, será siempre su Dios, que no torcerá
nunca sus caminos, ni a derecha, ni a izquierda, sino que siempre os guiaré por
el camino recto, hacia la bendición eterna de Dios justo, misericordioso y
Padre Eterno.
Dios del Cielo (Cristo Maestro Andar)
¡Acudid a la llamada de vuestro pastor, levantaos
ovejas mías!
¡Acudid a la llamada de vuestro Padre, despertad y
levantaos hijos míos!
¡ACUDID A LA LLAMADA DEL DIOS DEL CIELO!
¡Manifestaos por la justicia social, por la igualdad
social y económica, por la paz, por el amor, por la libertad y por vuestra
felicidad, todos los domingos a las 13 horas por toda la Tierra! ¡Así se
conocerán mis ovejas, mis hijos, mis santos, así se conocerán mis ángeles, así
os reconoceré, y, así, sabré que me reconocéis, y, que, no os avergonzáis de
mi, pues quien se avergüenza de mi, se avergüenza del bien, y, se avergüenza de
todo lo que está Escrito en las Sagradas Escrituras, y, además se avergüenza de
llevar parte de mi genética Divina, y, además es cómplice del mal que domina
este mundo!
¡POR UN SOLO PAIS, EL MUNDO! ¡POR UNA SOLA BANDERA!
¡POR UN SOLO IDIOMA! ¡POR UN SOLO DIOS!
Os quiero hijos míos. Justicia, paz, amor y
felicidad.-Dios Poderoso (Cristo Maestro Andar)
Mandar a todo medio de comunicación, organismos,
ONU, políticos, religiosos, iglesias, ONG, sindicatos, Internet, etc.,
nacionales e internacionales (Traducir a otros idiomas)
(Más información en: cristo.webblog.es,
ungranmonte.wordpress.com, ungranmonte.blogia.com, ungranmonte.blogspot.com)